Enmarcado en los actos que con motivo del centenario de la Ermita del Convento en el Teatro municipal Antonio Gala se llevó a cabo un acto en el que poesía, prosa, imagen y sonido se dieron la mano.
Se trató de un recital teatralizado, obra original de Francisco Cabrera que hizo que la propia ermita cobrara vida para homenajear a Alhaurín el Grande. Fuensanta Bravo, en el papel de la ermita del Convento, fue dando paso a los diferentes monumentos personificados por diferentes rapsodas que crearon este emotivo evento.