Los colores y sabores típicos de los productos de la huerta llenaron el pasado día 15 de mayo la barriada del Camino de Coín para la celebración de la Fiesta de la Cachorreña en honor a san Isidro, patrón de los agricultores; una fiesta que gira en torno a la gastronomía local y que, tras dos años sin poder celebrarse a causa de la pandemia, se ha retomado en este 2022 con muchas ganas por parte de todos los vecinos. La jornada comenzó a las 10 de la mañana con la celebración de una Eucaristía en honor a san Isidro que fue cantada por el coro de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Tras el oficio religioso se inauguraron la zona infantil con actividades preparadas para los más pequeños y los numerosos stands de artesanía y de los diferentes colectivos alhaurinos que quisieron participar en esta fiesta. Aunque sin duda el protagonismo lo tenían los stands que mostraban parte de los productos de la gastronomía local y también otros de fuera del municipio que encuentran en un mercado como éste la posibilidad de dar a conocer sus productos. No tardó mucho en hacer la selección de coches clásicos que el Club Clásicos de Torremolinos condujo un año más hasta la Fiesta de la Cachorreña, una vinculación muy especial de este Club con Alhaurín el Grande.
Uno de los momentos más esperados fue la entrega de premios del concurso de productos de la huerta donde estaba representado lo mejor de nuestra gastronomía con naranjas, tomates, cebollas, limones, melocotones o nísperos. Y mientras la orquesta ponía a bailar a quien lo deseara, comenzó el reparto de mojete y sopa cachorreña. Se prepararon unas 1500 raciones de cada uno de estos platos típicos de la gastronomía local, uno de los grandes alicientes de esta fiesta, que todos los asistentes pudieron degustar. Una celebración multitudinaria en la que no faltó de nada y en la que el buen ambiente y la gastronomía fueron los protagonistas indiscutibles de esta exitosa Fiesta de la Cachorreña en honor a san Isidro.