Halloween ha llegado para quedarse. Así ha quedado constatado con la celebración de este año. Si en 2020 se suspendió esta fiesta del terror por la pandemia, este 31 de octubre se ha vuelto por todo lo alto. Y es que se trata del mayor despliegue en Alhaurín el Grande hasta la fecha, en una fiesta de este tipo.
La asociación Juvenalh junto al Ayuntamiento de Alhaurín el Grande organizaron esta fiesta que llegó con más actividades que nunca, y con cambio de ubicación. Se trasladó de la Plaza la Legión al colegio Emilia Olivares. En el patio de la escuela los más pequeños pudieron disfrutar de castillos hinchables adatados a las distintas edades de los niños, así como juegos de distinto tipo, y los tradicionales caramelos, pero sin truco ni trato. También se impartieron distintos talleres de manualidades tematizados. De lo que se trataba con estas actividades es que los pequeños disfrutaran de una tarde de terror y diversión a partes iguales.
Ante la atenta mirada y vigilancia del grupo de protección civil, cientos de familias se dieron cita en este espacio donde los seres del ultramundo camparon a sus anchas. Con miedo a los espíritus demoniacos, y eso sí, también con respeto al virus. Y es que pese a tratarse la mayoría de actividades al aire libre, la mayoría de los asistentes usó mascarillas. Aprovechando claro, para customizarlas.
Cuando el sol se escondió, llegó el momento más esperado de este Halloween. El pasaje del terror de Juvenalh, en el que participó más de una veintena de actores. Y por dentro, un recorrido de casi 100 metros por los pasillos del colegio, completamente transformados en un tenebroso escenario de crímenes, asesinatos, muertos vivientes y seres demoníacos que los alhaurinos no quisieron perderse.