Tras la llegada de la comitiva al recinto de La Mota, caballos, mulos y carruajes lucieron el sábado de romería sus mejores adornos en el tradicional concurso de atalaje, donde se premió la elegancia de los arreos y la armonía entre jinete y montura. Al caer la noche, la fiesta se encendió con el esperado concierto de los Hermanos Ortigosa, que trajeron su inconfundible estilo andaluz para hacer bailar y cantar a todos los presentes, prolongando la alegría romera hasta bien entrada la madrugada.


